Vivimos en un mundo donde las imágenes se han convertido en una
poderosa herramienta de comunicación. El lenguaje audiovisual produce la
impresión de ser un lenguaje simple, transparente y directo. Por el contrario,
es un lenguaje de una enorme complejidad que requiere también de procesos de
enseñanza y aprendizaje que implican la ampliación del concepto de
alfabetización, una alfabetización
audiovisual que brinde herramientas para decodificar el lenguaje de la
imagen, comprendiendo los elementos que lo componen, sus reglas, convenciones y
el enorme poder que tienen. Lucía Lazotti agrega:
“(...) toda obra visual constituye un mensaje complejo (...) tanto a
nivel cognoscitivo como a nivel afectivo. Éstas asumen un significado en el
momento de la lectura, que por lo tanto se convierte en el momento fundamental
de la educación visual. Toda obra visual (...) representa siempre una
estructura significante que expresa unos contenidos no siempre explícitos y
que, por este motivo, deben ser interpretados por quienes los reciben o los
leen, es decir, que deben ser actualizados por el destinatario” (Lucía Lazotti
Fontana; 1983; p.102).
“Una actitud de percepción especializada y no espontánea implica no
sólo la capacidad de captar las estructuras significantes -capacidad que no
tienen los que no han sido educados a ver-, sino también la formación necesaria
para saber leer los valores estéticos y culturales que aporta la obra.
Actualmente, en una época de fuerte saturación perceptiva, determinada
por la amplia visualización del ambiente por parte de la persona, es cada vez
más difícil no sólo discriminar las imágenes, sino también captar su
significado. Una actitud de búsqueda, de análisis, de contextualización de la
imagen puede convertir a nuestros alumnos, en atentos investigadores del
auténtico significado del mensaje, es decir, del mundo afectivo y cultural y de
los valores que conlleva la obra” (Lucía Lazotti Fontana; 1983; p. 112).
La educación puede verse como un proceso interesado en
expandir y profundizar el significado que la gente puede extraer de su vida. La construcción de significado depende de "la capacidad del individuo de experimentar e interpretar la significación
del entorno, incluyendo la manera corno otras personas de su cultura han
construido y representado el
significado. Las formas de representación -visual, auditiva, cinestésica,
lingüística, matemática-son modos como los miembros de una cultura codifican y
decodifican: singularmente el significado” (Elliot Eisner; 2002; p.25).
“En el contexto de la educación para los medios, el objetivo
fundamental no es (…) sino alentar una comprensión más sistemática de la manera
como operan los medios, y por ende, fomentar maneras mas reflexivas de usarlos”
(Buckingham; 2007; p.209), ya que los sujetos “no solo adquieren conocimientos
sobre los contenidos o información semántica que se ofrece, sino también sobre
el tipo de actividad y habilidad intelectual necesaria para la adquisición de
mensajes” (Area Moreira; doc. Inédito; p.2)
No hay comentarios:
Publicar un comentario